Reportes de Vida

domingo, septiembre 11, 2005

Fin de Semana Frontal

Todos los fines de semana se están pareciendo. Desde la comida del viernes y el obligado paso previo al supermercado, hasta el almuerzo tardío de día domingo, incluyendo antiácido para intentar dejar atrás el exceso. Con la apuesta casi juramentada de que el lunes todo cambiará, el domingo en la noche se transforma en una espera desesperada por llegar nuevamente al lunes. Podría ser mucho más disfutado. Y el problema no son las compras ocasionales, ni el trabajo ocasional. Parece ser que el problema es que el cambio de ritmo no alcanza para sólo 2 días. Incluso llega a dar la impresión de que fuese mejor seguir con el fin de semana de largo porque el lunes cuesta acostumbrarse al ritmo de día de semana.

Pero no voy a ser tan desgraciado como para refrendar que la pausa de sábado y domingo podría saltarse. Sólo que ya no es la aventura de 48 horas que fue alguna vez. Y yo estoy todavía demasiado joven como para asumirlo plenamente. Y demasiado viejo como para no darme cuenta de que si no lo tuviese no lo podría soportar. Después de todo son esas las pocas horas en las cuales estoy más cerca de mi. Y tal vez por eso mismo me asusta. Porqué ya no se como ser cuando estoy conmigo a solas.