Reportes de Vida

sábado, julio 11, 2015

Eres un misterio descubrido.
Revelado entre millones de ojos testigos.
Como un grito de noche entre tristezas.
Eres la mordida que todavía me duele en el antebrazo.

Eres la ruta que perdí.
El camino que de noche desparece entre mis sueños.
Queriendo subir hasta tus ojos.
Queriendo llegar hasta tus nubes.

Cuántas más montañas eres desde esta tarde.
Cuántos oceanos de mi sangre se levantan hacia tí.
A intentar que mires mis pantanos y mis mañanas.
A rogar que quieras bañar esta arena que se acostumbró a tu retorno.
Cada vez que recuerdo esa noche inutil.
Me resuenan las palabras estupidas de tus manos torpes.
Me acuerdo de la distancia y se detiene la respiración.
Sin recuerdos, sin ningun animo remanente.

Siento esa lectura triste de lideres que apenas llenan el vacío.
Y me doy cuenta de lo pobre que has sido.
De lo pobre que serás.
Buscando la vida entre cadáveres.
Un exilio de pronto me alejó de tu centro.
Cuando entro en mi atuendo,
me encontro con todas tus palabras.
Veo todos los unicornios amenazando el día.
Todas las estrellas cayendo hasta mis pies.

Cada vez que es sábado recuerdo tus manos apretandome.
Siento tus labios frios y calientes apoyándose en mi boca.

Y simplemente cierro los ojos. Apago las luces.
Porque sé que nunca.
Jamás volveran tus besos a mis dias.

Varios años más tarde leo el pedazo de vida que quedó botado en la calle.
Miro hacia atrás ese trozo de vida muerta que atropellan todos tus autos.
Y me doy cuenta de la desgracia.
Del temido sabor de haber conocido tus pezones.


sábado, noviembre 13, 2010

Doce días dando vueltas entre lluvias y calores
Fui y volvi en una semana.
En unas rabias de colores me monté el domingo pasado.
Sufriendo ostiones en la perisferia del mediodia.
Quemando mis lenguas como si me envenenara de tus ojos
Como esperando que no haya sido el fin,
que nunca haya término.
Porque yo nunca acabo de esperarte.
Porque siempre hay muecas para ti.
Muecas de sonrisas débiles,
de pedazos de sonido en la noche que se apaga.
En ese pitido que apenas puedo escuchar.
Porque me redobla la cabeza,
me llena esta coraza.

Porque no hay nada que me destruya
como lo hago yo al desarmarme.
Como me desequilibrio entre tus miedos.
Entre esos rincones que conozco y no entiendo.

Que me dejan sólo a estas horas.

sábado, enero 10, 2009

La tarde final

A las horas acostumbradas y pasadas.
A la luna llena que asegura mi promesa, 
les puedo decir de mi sensación.

En esta tarde final en que me despido, 
el viento apenas mueve mis dedos entre las teclas.
Con 2 o 3 grados menos que yo, dejará que sienta.
Que deje de sentir ese calor.
Esa humedad que me abandona.

Dejará a un lado las opciones,
y me arrimará una mesa para dormir.

En esta, la tarde final.
no habrán gotas ni certezas.
Sólo espumas, nieblas y sorpresas.
Sólo el calor que de a poco se me va.

miércoles, enero 07, 2009

Te veo en el espejo retrovisor

Cuidando mis aceleraciones, mis frenazos, mis pedazos.
Te veo en el espejo.
Doblando hacia el otro lado.

Hacia el norte en que no estoy.
Lluvias

Despedazadas las gotas me tocan y no me tocan.
Me miran y no me miran.

Deshechas las lluvias, 
caen por mi lado.
Por el pedazo que no te mira.

Por ese espacio en que no apareces.

En que simplemente no estás.

Porque nunca llegaste a mis rincones.
Que se hace en esta noche?
Como se recuerda el tiempo?

Que sucede en mi sangre?
Cuantos puzzles se arman en mi almohada?

Como paso la noche?
Como despierto en tus ojos?

Como sigo esperando?

Cuando las pistas son evidencia.
Cuando la lanzeta ya entró en mi piel.
Como en la noche

Diferente, descuidado.
Tropezado, deshecho.

Hechizado y húmedo.
Desperdigado, 
difuminado.

Hecho harapos en la oficina,
rodeando las paredes entre mis miedos.
Recorriendo las calles que me llevaron a tí.

Muerdo mi lengua por decir lo que no dije.
Deshago mis nudos por atar lo que no pude.

Relleno mis esperanzas con tragos de azul oscuro.
Revuelvo mis miradas en el tiempo que me ocultaste.

Doy vuelta la página para seguir adelante.
Como si nada pasara.
Como si nada importara.

Como si no temiera tu retorno triste.
Tus besos de metal.
Doy vuelta la página.
Me agito entre las hojas.
Caigo entre las letras hasta el borde del párrafo.

Veo entre tus piernas,
entre tus ojos.
Entre tus brazos veo mis pedazos.
Caidos, derrumbados.
Listos para volver  armarse.
Para rellenarse de recuerdos y de llamadas.

Para recorrer. Empezar a andar.
Como si cambiara de curso,
para comenzar a cambiar.

lunes, diciembre 03, 2007

Volveré a esconderme

Entre el tumulto taparé mis historias. Debajo de mil frazadas dejaré que duerman otros 20 años.
Para no molestar. Para no volver a ser victima de mis deseos.
Volveré a esconderme. A sepultarme entre cosas más interesante. Más amables que lo que puede ver de mi.
Volveré a taparme. Para que me encuentres cuando me busques. Cuando despierte ya me habré ido.
Por otros 20 años me habré ido. Y esta vez tiraré la llave por el caño de la tina. Para que se vaya con lo que sale de mi piel.
Con los pelos que se caen, con las lágrimas que me trago.

Cuéntame de ti


Cuando vi que tus páginas volvían a mostrar algo de la tinta negra con que se hacen las páginas de personas como tú, no tuve duda. Ninguna duda de que serías un fantasma por algunos minutos. A medida que pasaron las horas y revisaba tus ojos buscand el lado oculto de tu mirada, no tuve ninguna duda. Serías el aparecimiento del pasado para mi.
Trajiste la sed, y el hambre. La barbarie de volver a pensar en otros colores. A mi que me había acostumbrado a los decididos tonos de mi fijación.
No puedo esperarte ni un segundo. A desbancar la remota posibilidad de que tenga que hacerlo.
Se que no debo. Que por ningún motivo debo dar rienda suelta a lo que viene.

Cuentame de ti y veras como no lo olvido.

jueves, noviembre 01, 2007

La Misma Raíz

Sin querer decir lo que voy a decir,
dejo de lado mis espantos.
De costado mis prejuicios y de canto todo el resto.

Nada puede impedir que me aleje de la raíz.
Como mirando al sol.

Dibujando espacios solos en el aire
Esperando por el viento a que me acerque.

Nada puede impedir que me sienta lejos de la raíz.
Más lejos que antes de saberlos.
De escucharlos por los noche, como ramas de la misma raíz.

Como el tiempo Maula que avanza,
acorralando a su presa en el olvido.
Como el misero ratón que escapa,
de noche a ciegas y escondidas.

Nada puede impedir que me aleje de la raíz.

martes, octubre 30, 2007

Veo tus ojos que envejecieron como el hielo.
Se derritieron un poco con el tiempo
Y aún almacenan una o dos gotas de misterio.
Tal vez ninguna. Tal vez las mismas.

Nunca lo llegaré a saber.
Ni siquiera mirando tu rótula.
Ni el tobillo. Ni el nudillo.

Tal vez nunca lo entienda a cien.
Ni mirándote, ni deseándote.
Ni deseando mirarte.
Ni mirando como deseas.

Igual que en el pasado.
Como yegua desbocada.
Adolorida y desbocada.
Arrepentida y arrepentida.